martes, 30 de julio de 2013

masonería a la luz (Secreto Masonico)

masonería a la luz

  1. No hay voluntad si no impones la certeza de tu logro, la perdida es un momento casual de las circunstancias que impones al azar — con Alex Leal Illuminaty Lord y 8 personas más.
    Foto: No hay voluntad si no impones la certeza de tu logro, la perdida es  un momento casual de las circunstancias que impones al azar
  2. Conciencia de la Kabbalah: La única ilusión
  3. SECRETO MASONICO ›
    Hiram ha sido asesinado
    Salomón galopaba por la llanura de Jerusalén. Su caballo parecía
    volar, sus cascos con herraduras de hierro apenas tocaban el suelo.
    Huyendo de su palacio y de la copa llena de un vino que la rei...Ver más
    Foto: SECRETO MASONICO › Hiram ha sido asesinado Salomón galopaba por la llanura de Jerusalén. Su caballo parecía  volar, sus cascos con herraduras de hierro apenas tocaban el suelo.  Huyendo de su palacio y de la copa llena de un vino que la reina de  Saba no bebería nunca, el rey había recorrido la campiña durante días  y días, esperando huir del dolor que le torturaba. No soportaba la  ausencia de Balkis. Con su partida se desvanecía la promesa de una  felicidad cálida como un lago estival. Aquella mujer le habría  mostrado un nuevo camino hacia la sabiduría. Habría formado con ella  una pareja capaz de instaurar la paz en el universo. Cuando el sol de  mediodía se tiñó de negro en su entorno, Salomón creyó que sus ojos  desfallecían. El fenómeno duró algunos segundos. El rey supo que  acababa de morir un ser querido. Aunque el astro hubiera recuperado su  fulgor, espoleó su montura y se lanzó al galope hacia la capital. El  sumo sacerdote le recibió en el umbral del palacio. -Vuestra esposa ha  muerto -reveló Sadoq-. No ha dejado de llamaros hasta lanzar su  postrer suspiro. Nagsara estaba tendida en un parterre de jazmines y  lises, con las manos crispadas sobre su pecho, en el lugar donde había  estado grabado el nombre de Hiram, borrado ahora. Salomón besó en la  frente a la hija del faraón. -Convocad a mi maestro de obras -ordenó  Salomón-. ¿Cuántas veces tendré que repetirlo? -Ha desaparecido -  confesó Elihap. -Pedidle al general Banaias que os ayude. -Hemos  encontrado su perro, Anup. Se ha dejado morir de hambre en la gruta. -  Apresuraos. Quiero ver a Hiram inmediatamente. El secretario se  inclinó y salió precipitadamente del despacho de Salomón. Aquella  misma noche, llevó a palacio unos campesinos que vivían junto al valle  del Cedrón. Uno de ellos afirmaba haber visto a tres miembros de la  cofradía de Hiram que transportaban un pesado fardo, la noche de la  tempestad que había devastado campos y casas. Interrogado por Salomón,  se retractó y pidió una copa llena de agua. Él y sus compañeros se  lavaron las manos, repitiendo la misma fórmula: «Nuestras manos no han  derramado sangre y nuestros ojos no han visto nada». Así se  inocentaban ritualmente de un posible crimen. Al día siguiente, el rey  recibió a los nueve maestros que dirigían la cofradía. Le revelaron  que tres compañeros se habían vanagloriado ante ellos de su abominable  fechoría, esperando que el sucesor de Hiram les agradeciera haberle  liberado de un déspota. ¿No habían actuado con la protección del rey  Salomón? -¡Eso es una ignominia! -protestó el monarca-. ¿Dónde están  estos hombres? -Decepcionados por nuestra negativa a concederles la  maestría, han huido -dijo el portavoz de los nueve maestros-. Hiram ha  sido asesinado. Queremos encontrar su cuerpo. -Yo puedo ayudaros. -Vos  no formáis parte de nuestra cofradía, Majestad. -No obliguéis a  suplicar a un rey. Debo ese homenaje a un genio que fue mi amigo. Los  nueve maestros siguieron a Salomón quien, al salir de la explanada  sacra, tomó el sendero más abrupto que llevaba al valle del Cedrón. Su  mirada estaba dominada por el personaje del maestro de obras vistiendo  el manto de púrpura, durante la inauguración del templo. Las  vibraciones del cetro que el rey mantenía ante sí le indicaban el  camino a seguir. ¿Qué crimen habían cometido, él, Salomón, al conceder  a Sadoq el derecho a castigar a Hiram? ¿No había traicionado al  arquitecto sin querer confesárselo? ¿No había condenado a muerte, con  su cobardía, al único hombre a quien había envidiado? Cuando se  acercaron al cerro, el cetro comenzó a quemar. -Aquí es -advirtió uno  de los maestros-. Ved la tierra removida y la acacia. Los hermanos de  Hiram cavaron y descubrieron el cuerpo. El rostro del maestro de obras  parecía tranquilo, sonriente casi. Su propia sangre le servía de manto  de púrpura. Los maestros formaron un círculo alrededor del cadáver y  celebraron en silencio la memoria del jefe de la cofradía. -Maestre  Hiram descansará en los cimientos de su templo, bajo el Santo de los  santos -decidió Salomón. Las placas blancuzcas en la piel de los  enfermos no dejaban subsistir duda alguna. La lepra se propagaba por  los barrios bajos de Jerusalén. Inexorablemente, roería los rostros.  La mayoría de los miembros de la cofradía, por orden de los nueve  maestros, se habían puesto en camino dirigiéndose a los países  vecinos. La organización creada por Hiram fue desmantelada en los  pueblos y en las aldeas. Expulsaron a los últimos aprendices.  Artesanos sin experiencia se apoderaron de los talleres y los  convirtieron en tenderetes. ¿Para qué habría servido una cofradía de  constructores en un país donde las grandes obras habían concluido?  Salomón no se opuso a la destrucción de la comunidad creada por Hiram.  ¿Quién habría podido dirigirla? Cediendo a las súplicas del pueblo, el  rey utilizó el anillo del poder para apaciguar los vientos que traían  la peste. Terminada la invocación, el precioso objeto cayó en las  losas del atrio y se rompió. Sin embargo, la epidemia cesó. El  invierno siguiente al asesinato del maestro de obras, fue el más duro  que los ancianos recordaban. La nieve cayó durante días y días,  cubriendo incluso las llanuras de Samaría y de Judea. Las laderas de  las montañas se habían convertido en glaciares. El culto a Yahvé se  reducía a breves ceremonias pues el fuerte viento que soplaba en la  roca de Jerusalén impedía a los sacerdotes encender el fuego de los  sacrificios. Trocitos de hielo azotaban su rostro, heladas lluvias  atacaban los altares. Circular por las calles de la capital se hacía  difícil. Los habitantes sólo pensaban en encerrarse en sus moradas  alrededor de un hogar o un brasero. El qudim* soplando del este,  barría con sus ráfagas la ciudad de Salomón y creaba torbellinos en el  mar de Galilea. Sadoq, que quería rendir homenaje a Yahvé, murió de  una embolia al pie del gran altar. Fue enterrado a hurtadillas. El rey  no nombró otro sumo sacerdote. Cuando el general Banaias llegó, a su  vez, a los valles de ultratumba, el monarca, ya jefe supremo de los  ejércitos, se limitó a formar un reducido estado mayor. Balkis se  había ido, Hiram había sido asesinado y a Nagsara la había consumido  la desesperación, ¿en quién podía confiar Salomón? Los tres seres a  quienes había amado habían abandonado Israel, como si la paz del rey  no hubiera tocado su corazón ni su alma, como si una maldición pesara  sobre el destino de la Tierra Prometida. La sabiduría le había  abandonado. No había sabido amar a la hija del faraón. Al traicionar a  Hiram, había prescindido del único hombre que nunca le hubiera  traicionado. Al no lograr retener a la reina de Saba, había demostrado  su incapacidad para hacerse amar por quienes eran más grandes que él.  Salomón se embriagó del mundo y de sus locuras. Cada noche se  celebraba un banquete que llenaba el palacio de danzas, cantos y  bromas de borrachos, los comensales se hartaban de carne asada y  bebían chorros de vino. Los diplomáticos extranjeros no dejaban de  elogiar la hospitalidad del rey y la exuberancia de su corte. El  monarca no sólo les ofrecía los mayores caldos provenientes de las  viña de todo Oriente. Muchachas de admirables formas despertaban los  más hastiados deseos. Sentándose en las rodillas de hombres  depravados, iban desnudándose a medida que los ágapes avanzaban y se  transformaban en orgías donde caricias y besos sazonaban las viandas.  Jóvenes vírgenes se añadían a las más expertas cortesanas despertando  la concupiscencia y contribuyendo al prestigio de las fiestas de  Salomón. Transcurrieron así varios años sin que el rey impartiera  justicia. Había abandonado el gobierno del reino a una cohorte de  funcionarios dirigidos por Elihap. Serio, trabajador, el secretario  del rey suplió con talento a su soberano y sólo solicitaba su opinión  en los más delicados asuntos. Había aumentado, con su acuerdo, el  número de soldados cuando el libio Sesonq, a la muerte de Siamon,  había subido al trono de Egipto. Jeroboam había alentado enseguida al  nuevo faraón a preparar la guerra contra Israel. Pero el libio se  mostraba prudente por miedo a sufrir una gran derrota. Prefería el  statu quo. Las numerosas esposas del rey, originarias de los más  diversos países, reclamaron templos y altares para adorar a sus  divinidades favoritas. Salomón comenzó negándose. Cuando, uniéndose en  una conspiración, todas se le negaron, cedió. En las colinas, en las  cimas de las montañas, en el fondo de los valles, tanto en las  ciudades como en las aldeas, se erigieron santuarios paganos donde las  esposas de · Viento que puede ser tan fuerte como el khamsin Salomón  oraban. No se libraron ni los más recónditos lugares, donde había  estado el Arca de la alianza, donde los patriarcas habían escuchado la  voz de Yahvé. En las fuentes de los ríos, en las riberas del mar, en  el umbral del desierto se veneraron oscuros ídolos que se albergaban  en chozas de arcilla, en edificios de madera rodeados de pórticos o  precedidos por avenidas de animales monstruosos. Salomón no creía ya  en Yahvé. Rogó a todas aquellas divinidades extranjeras, esperando que  una de ellas le concediera el descanso que ya no encontraba en el goce  y la embriaguez. El pueblo protestaba en silencio. Salomón violaba la  ley del dios único, pero el país seguía siendo rico y próspero,  arraigado en una paz duradera, fuente de toda felicidad. ¿No dominaba  el rey los espíritus? ¿No poseía más ciencia que cualquier otro hombre  en la tierra? ¿No redactaba los más hermosos poemas, declamados por  los más famosos aedos en la corte de los más ilustres soberanos? ¿La  sabiduría de Salomón no era, acaso, admirada por los poderosos y no  garantizaba la alegría de Israel? Salomón iba envejeciendo y tomó de  nuevo en sus manos las riendas del reino. Tras el placer, se aturdió  con el trabajo. El monarca, relegando a Elihap a una función  subalterna, examinó cada documento, recibió a cada funcionario,  decidió cada detalle administrativo. La claridad de su inteligencia  aportó numerosas mejoras a la gestión de las provincias y al comercio  con el extranjero. El tesoro fue enriqueciéndose. Todos los hebreos  podían saciar su hambre. Todos los nacimientos fueron recibidos como  una bendición por las familias, que celebraban las fiestas con fervor  y daban gracias al Señor por vivir bajo la autoridad del más  benevolente de los soberanos. El rey sin edad había llegado a la  vejez. Su belleza no se había alterado. En aquel rostro perfecto había  una sola arruga, apenas visible. La paz había sido preservada, el  pueblo era feliz, el país respetado... Salomón no había conocido  fracaso alguno en su papel de monarca. Al pronunciar sus sentencias,  no había perjudicado a ninguno de sus súbditos. Salomón estaba solo.  No tenía hijos, ni amigos, ni consejeros. Nadie le comprendía. Nadie  intentaba averiguar el misterio de su corazón. El rey ya no se  rebelaba contra Yahvé. Ya no rezaba a divinidad alguna. La  desesperación era su alimento cotidiano. ¿Acaso, justos o malvados, no  se dirigían hombres y bestias hacia la misma nada? ¿No nacían del  polvo de las estrellas para regresar al de la tierra? Aquel cuya  sabiduría se alababa, chocaba contra un muro infranqueable: la obra  divina. No había descifrado ninguno de sus arcanos. Ahora sabía que  nadie iba a lograrlo. Todo era vanidad. Cuando floreció la primavera,  Salomón comprendió que iba a ser la última. Salió de palacio y se  dirigió al templo, donde no había entrado desde hacía muchos años.  Solo en el Santo de los santos, no escuchó la voz de Dios pero vio el  porvenir. Un porvenir en el que la paz se rompía, en el que las tribus  de Israel se desgarraban de nuevo, en el que ejércitos ávidos de  sangre invadían el país, en el que el santuario de Yahvé era  desvalijado y destruido. Un porvenir en el que la Tierra Prometida  sería gobernada por hombres débiles, de acuerdo con una política  miserable, intentando sólo satisfacer sus más bajos instintos. Un  porvenir en el que el pueblo no descansaría ya bajo la higuera y el  olivo, gozando del buen tiempo. Salomón supo que, cuando él muriera,  su obra quedaría aniquilada. Nada le sobreviviría. El rey dejó la  corona y el cetro, se quitó el manto bordado de hilos de oro, bajó por  el sendero que llevaba al valle del Cedrón y partió hacia el desierto.  Por el camino, rompió una rama para hacerse un bastón. El joven sol le  quemaba la frente. Sus pies estuvieron pronto doloridos. Pero caminó y  siguió caminando, como el más humilde de los peregrinos. Salomón había  decidido adentrarse en la soledad hasta que se manifestara una señal  de Dios. ¿No tenía ahora la seguridad de que éxito y fracaso eran sólo  vanidad, como la alegría y el dolor? Para él, sólo existía un pasado  que se desvanecía ya en un roto horizonte. Para su pueblo quedaban  años de plenitud y serenidad que dejarían rastro en la memoria de  Israel. Tal vez, en un tiempo tan lejano que el pensamiento del rey no  podría percibirlo, fuera la levadura de una nueva era de paz. Las  alturas de Jerusalén no eran ya visibles. El templo había  desaparecido. Aunque sin fuerzas ya, Salomón seguía su camino. No  tenía ya objetivo, no tenía razón para luchar, sólo aquella búsqueda  desesperada de una sabiduría inaccesible que le hubiera gustado  entrever, si no conquistar. Cuando le falló el corazón, el viejo  soberano se detuvo al pie de una acacia en flor. Dios no le había  hablado pero, en la claridad de la primavera, distinguió los contornos  de un rostro inmenso, tan amplio como la tierra, tan alto como el  cielo, el rostro de maestre Hiram, grave y sonriente, transido de una  apacible sabiduría. El maestro de obras le perdonaba su traición. Le  aguardaba al otro lado de la muerte. Salomón se apoyó en la acacia y  se durmió en la luz.   https://groups.google.com/forum/#!searchin/secreto-masonico/muerte$20%7Csort:relevance/secreto-masonico/bMlCvBTHw-U/8f6zTS_DNTQJ
  4. Antonio Martinez Guevarapublicó enVicente Alcoseri
    Hace 5 horas a través de LG Social+
    Saludos QH Vicente
  5. Urias Herrerra Martinezpublicó enVicente Alcoseri
    Hace 19 minutos
    U:.T:.O:.A:.A:.G:.:.
    SUPREMO CONSEJO DE MÉXICO
    DE SOBERANOS GRANDES INSPECTORES GENERALES DEL TRIGÉSIMO TERCERO Y ULTIMO GRADO DEL RITO
    ESCOCES ANTIGUO Y ACEPTADO PARA LA JUR...Ver más
    Foto: Urias Herrerra Martinezpublicó enVicente Alcoseri Hace 19 minutos U:.T:.O:.A:.A:.G:.:. SUPREMO CONSEJO DE MÉXICO DE SOBERANOS GRANDES INSPECTORES GENERALES DEL TRIGÉSIMO TERCERO Y ULTIMO GRADO DEL RITO ESCOCES ANTIGUO Y ACEPTADO PARA LA JURISDICCIÓN MASÓNICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS ORDO AB CHAO Acapulco de Juárez, Gro., 24 al 27 de julio de 2013.  El Supremo Consejo de México, con sede en Lucerna 56 de la Ciudad de México, D.F., reunido en los Valles y Campamentos de Acapulco de Juárez, Gro., con motivo de la celebración del XXXIII Congreso Nacional Masónico de Grados Filosóficos, durante los días del 24 al 27 de julio de 2013, en el marco de la conmemoración del Bicentenario de los Sentimientos de la Nación, acordó plantear al Pueblo de México, a todas las autoridades civiles, militares, educativas, religiosas, a las organizaciones sociales, civiles, empresariales, académicas, etc. la presente:   PROCLAMA GUERRERO  A partir del debate de los diferentes asuntos de interés nacional, realizado en el último año en todos los rincones de la geografía nacional, en el seno de los talleres que conforman la Masonería de Grados Filosóficos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el cual se ha venido a resumir en las mesas de trabajo que integraron este XXXIII Congreso, y emulando a Morelos con sus 23 Sentimientos de la Nación, que han sido base de la República Laica, declaramos:  1. La Masonería de Grados Filosóficos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, de los Estados Unidos Mexicanos, se manifiesta unida y fuerte, encabezada por nuestro Muy Poderoso Soberano Gran Comendador y Gran Maestre de la Orden, junto con todos los integrantes del Supremo Consejo de México, pendientes y atentos del importante momento histórico de cambios y evolución que le toca vivir a nuestra Patria. La fuerza de nuestro País está en su Pueblo y en sus Instituciones, y los Masones deseamos poner el ejemplo del trabajo conjunto, en unidad, poniendo por delante los principios fundamentales de Libertad, Igualdad y Fraternidad. 2. Que ratificamos en todos sus términos la proclama que hicimos el año pasado en Aguascalientes, con motivo del XXXII Congreso, y que es pública en la página de Internet del Supremo Consejo de México.  3. Reconocemos que, en el último año, hubieron logros en las diferentes materias que planteamos en Aguascalientes, pero no debemos bajar la guardia ni disminuir el esfuerzo, para continuar avanzando en busca de la redención social, el desarrollo, el progreso y la felicidad del Pueblo.  4. Saludamos los nuevos enfoques y actitudes manifestados por el actual Gobierno Federal, y apoyamos sus decisiones en asuntos políticos, económicos, educativos y sociales, en la medida en que sirvan al logro del objetivo señalado.  5. De manera contundente insistimos en la defensa y reforzamiento del Estado Laico, antecedente y requisito indispensable para el ejercicio indiscutible de la libertad de creencias. Laicidad no es anti religión, es la aceptación y el respeto a la elección del otro. Asimismo, no aceptamos que se viole el Estado Laico con manifestaciones de entregar los asuntos públicos del Estado, a cualquier entidad religiosa o divinidad. Rechazamos, como lo hicimos desde que inició este proceso, la modificación al Artículo 24 Constitucional, por innecesaria y tendenciosa.  6. En el seno de la Masonería militan Hermanos libres para elegir el culto que más se apegue a sus ideas, y de la misma manera, también hay militantes de todos los partidos políticos, conservadores, moderados o liberales progresistas. Porque lo que nos une, y en ello está nuestra gran fortaleza, son nuestras convicciones, nuestros ideales, valores y principios morales, éticos y humanos, que están muy por encima de todas las religiones y partidos políticos.  7. La Educación es fundamento del progreso y la evolución del Pueblo, y debe ser laica, científica, gratuita y universal, ajena a prejuicios y fanatismos religiosos de cualquier signo. Debe impulsarse con mayores presupuestos, en conjunto con la investigación, la ciencia y la tecnología, no solamente por el gobierno, sino por todos los agentes económicos del país.  8. Insistimos en el rescate de los valores morales, éticos y sobre todo humanos, el combate a la corrupción, a la falsedad, a la simulación, a la demagogia y a la hipocresía.  9. Proclamamos el respeto y la obediencia a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a su articulado, a sus principios de progreso y desarrollo del género humano y a la defensa de los recursos naturales.  10. La Masonería Filosófica ve con atención las diferentes reformas estructurales que están siendo planteadas, la económica y fiscal, la educativa, la energética, la política, de las telecomunicaciones, etc. Todas ellas son materia del análisis y reflexión desde el punto de vista masónico. No aceptaremos una reforma fiscal que explote más al pueblo oprimido, y rechazamos contundentemente la privatización de nuestros recursos naturales. Estudiaremos con detalle las propuestas para la reelección de alcaldes y legisladores, la revocación de mandato y la segunda vuelta electoral.  11. Nos manifestamos en apoyo de la cruzada contra el hambre, planteada por el Señor Presidente de la República, iniciada en Cuilapan, Gro., en favor de los 400 municipios más pobres del territorio nacional, en la protección a los grupos indígenas, de sus usos y costumbres, mejorando su vida dándoles educación y otras herramientas para su desenvolvimiento intelectual, social y económico. Nos sumamos al insigne Morelos, quien, en los Sentimientos de la Nación, planteó la reducción de la brecha entre la opulencia y la miseria.  12. Aplaudimos la postura del C. Presidente de la República y su Gobierno, de respeto a los resultados en los pasados comicios electorales, postura que da fuerza y consolida la Democracia del País y da vigor al Estado de Derecho.  13. Apoyamos al Gobierno Federal en su planteamiento de realizar un ambicioso plan de desarrollo en materia de inversiones, para ampliar la infraestructura del País en educación, ciencia y tecnología, carreteras, puertos, presas hidroeléctricas, comunicaciones, desarrollo turístico y, en fin, en todo aquello que redunde en el desarrollo económico y social, para reducir las lamentables estadísticas que hoy tenemos en materia de hambre y pobreza.  14. Proclamamos con energía que tanto la democracia como la justicia social se alcanzan con la educación, la buena alimentación, la seguridad, el empleo digno, la repartición equitativa de la riqueza, el cuidado del medio ambiente y el impulso al progreso y sano desarrollo de la juventud mexicana.  15. Defendemos la libertad en todas sus formas e interpretaciones, en particular la Libertad de Prensa y de Expresión, sin atropellos ni menoscabo de la dignidad de terceros.  16. El Estado, y en particular el Gobierno en todos sus niveles, debe ser garante de la paz y la seguridad pública, no sólo mediante el uso de la fuerza pública, sino también mediante una más eficiente impartición de la justicia. Para ello se deben hacer las reformas que sean necesarias.  17. Somos el Gobierno y los Ciudadanos, los obligados a sumar esfuerzos contra el flagelo de la impunidad; a diseñar los programas de acción, a cumplirlos y realizarlos, y desde luego, a replantearlos en caso de fallas o desvíos en su ejecución, con el fin de garantizar a todos el derecho a la seguridad y al mantenimiento de las reglas mínimas de convivencia humana; por nuestra parte, estamos prestos para sumarnos a cualquier convocatoria en tal sentido.  18. En materia de Política Exterior, México debe recuperar la posición de dignidad y respeto, que tuvo en el siglo pasado en el concierto de las naciones. Respetamos a todas las naciones del Mundo, a sus pueblos y a sus gobiernos legalmente constituidos, respetamos sus decisiones y formas de gobierno, siempre que se preserve la paz y tranquilidad de sus habitantes, se cuiden los recursos naturales, sin repercusiones en las demás naciones, y en el medio ambiente.  19. Reafirmamos la labor filantrópica de la masonería, como una manifestación auténtica del amor fraternal, materializada directamente por la institución, o bien por vía de las organizaciones para-masónicas, como los Shriners. 20. El Supremo Consejo de México asume con entusiasmo y orgullo, el compromiso de ampliar al ámbito mundial, la defensa del principio de separación de los asuntos de la Iglesia y del Estado, con la integración del Organismo “LAICA INTERNACIONAL”, que los Soberanos Comendadores, de los Supremos Consejos de todas las naciones americanas nos asignaron; asimismo, la organización en nuestro País de la XX Reunión de Soberanos Grandes Comendadores del Continente Americano, a realizarse en el próximo año 2016.  21. México es un país fuerte, fundamentalmente por la diversidad, riqueza cultural y nobleza de su gente; y también es fuerte por las instituciones que organizan y conforman al País, las cuales son herencia de muy destacadas etapas de nuestra historia, como la Independencia, la Reforma y la Revolución. Hoy nos corresponde a nosotros, a nuestra generación, reforzarlo con mejoras significativas en la educación, y en la organización social y política, basándonos en los más altos principios y valores humanos, que son la esencia de nuestra doctrina masónica.  22. Rechazamos con todo vigor las ofensas a la memoria de nuestros héroes, nuestra fortaleza descansa en los fuertes pilares que constituyen personalidades como Benito Juárez y José Ma. Morelos y Pavón, por sólo mencionar a dos de ellos. Su ejemplo y su intachable comportamiento son nuestra guía. Tanto de Juárez como de Morelos hemos aprendido la tenacidad y la inteligencia en la preservación de los principios liberales, de los ideales, de las leyes y de las instituciones, por ello están en nuestros corazones y en nuestras mentes, y como herederos de la lucha por tales principios, nos asumimos en la nueva generación de Liberales que el País requiere. Habremos de sumarnos a otros esfuerzos por difundir, estudiar y reflexionar respecto al rico filón de cultura social y política, que son los Sentimientos de la Nación.  23. Con esta Proclama saludamos al Pueblo de México, reiteramos nuestro respeto a las instituciones que nos hemos dado, al Gobierno en todos sus niveles, federal, estatal o municipal. Reconocemos y agradecemos en todo lo que vale, la fraternal bienvenida y todas la atenciones y facilidades que nos han dado para la realización de nuestro XXXIII Congreso, el Pueblo, alegre y luchador del Estado de Guerrero y, particularmente, a la Ciudad y Puerto de Acapulco de Juárez.   A sus autoridades,  al Sr. Gobernador del Estado, Lic. Ángel Heladio Aguirre Rivero y sus colaboradores,  al Presidente Municipal,  Lic. Luis Walton Aburto y demás miembros del Cabildo.  Ciudad y Puerto de Acapulco de Juárez, Guerrero  27 de julio de 2013   enviado a mi Facebook por Urias Herrerra Martinez
  6. U:.T:.O:.A:.A:.G:.:.
    SUPREMO CONSEJO DE MÉXICO
    DE SOBERANOS GRANDES INSPECTORES GENERALES DEL TRIGÉSIMO TERCERO Y ULTIMO GRADO DEL RITO
    ESCOCES ANTIGUO Y ACEPTADO PARA LA JURISDICCIÓN MASÓNICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
    ORDO AB CHAO
    Acapulco de Juárez, Gro., 24 al 27 de julio de 2013.

    El Supremo Consejo de México, con sede en Lucerna 56 de la Ciudad de México, D.F., reunido en los Valles y C...Ver más
  7. La sangre es común denominador entre los dioses de la antigüedad, —
    incluido claro el Dios de la Bíblico.- El hecho está ahí, atestiguado
    no sólo por todos los libros de los historiadores antiguos, sino por
    «el libro» por excelencia, —la Biblia— en donde vemos al mismo Único
    Dios Yahvé, página tras página, explicarle a Moisés qué era lo que
    quería que se hiciese con la sangre y con las vísceras de los animales
    sacrificados

    De Vicente Alcoseri.
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  8. El Papa Francisco descubre poderosos Lobbys dentro del Vaticano -: Lobby Gay- Lobby Politico, un lobby de la Banca y un poderoso y secreto Lobby Masónico

    El Papa Francisco ya se dio cuenta quien realmente manda en el Vaticano — conAlex Leal Illuminaty Lord y 3 personas más.
    Foto: El Papa Francisco descubre poderosos Lobbys dentro del Vaticano -: Lobby Gay- Lobby Politico, un lobby de la Banca y un  poderoso  y secreto  Lobby Masónico   El Papa Francisco ya se dio cuenta quien realmente  manda en el Vaticano
  9. Al Papa Francisco le disgustan los masones, en concreto el Lobby masónico dentro del mismo Vaticano. Seguro se habrán dado cuenta desde que el Papa comenzó su represión contra los sacerdotes masones, el fluir de post enviados de sacerdotes masones dejo de aparecer, en el Foro Secreto Masónico. Todos recordaran al cura PASCAL VESIN- removido de cargo por ser masón.
  10. Platicando con un buen amigo hace poco me contó lo siguiente:Hace no mucho tuve la oportunidad de conocer a un grupo de jóvenes alemanes, unos recién egresados de la universidad y otros jóvenes adultos con
    carreras ya establecidas en Irlanda. Estando juntos, no sólo rodeados de alemanes, sino de gente proveniente de otros lugares, no faltó el tema del nazismo, Hitler y todas las barbaridades ...Ver más
  11. Fue un lunes completo: Trabajo,estudio. satisfacciones del deber cumplido. ¿Hay acaso algo mejor? Después de nuestra meditación nos fuimos a dormir. De repente volví a estar inmerso en la Palabra de G:.A:.D:.U:. Una gran multitud, muy difusa, lo escuchaba y ahí estaba yo.Decía: Toda la sabiduría de Ustedes como mi creación provenie de mi. Muchos uitilizarán el conocimiento para el bien y otros no....Ver más
  12. La sangre es común denominador entre los dioses de la antigüedad, —
    incluido claro el Dios de la Bíblico.- El hecho está ahí, atestiguado
    no sólo por todos los libros de los historiadores antiguos, sino por
    «el libro» por excelencia, —la Bi...Ver más — con Grupodealtos Estudiosbovinos Aurochs Unad
    Foto: La sangre es común denominador entre los dioses de la antigüedad, — incluido claro el Dios de la Bíblico.- El hecho está ahí, atestiguado no sólo por todos los libros de los historiadores antiguos, sino por «el libro» por excelencia, —la Biblia— en donde vemos al mismo Único Dios  Yahvé, página tras página, explicarle a Moisés qué era lo que quería que se hiciese con la sangre y con las vísceras de los animales sacrificados  Leer más en: https://groups.google.com/forum/#!searchin/secreto-masonico/muerte$20toro$20%7Csort:relevance/secreto-masonico/eZ-bUZIAVSM/AHxVW9GYuJkJ  http://www.youtube.com/watch?v=rGbW1ev4wME
masonería a la luz (Secreto Masonico)

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